En la clase del 11 de septiembre, hicimos un cadáver exquisito tratando de seguir la técnica de Bretón y los surrealistas. Aquí el resultado:
Un unicornio rosa secuestró mis calcetines tocados por el mismo jodido ángel. Lo que era y es verdad.
La mañana había llegado sin avisar, las pequeñas arpas avisaban un nuevo sueño. Un viaje a la luna donde se pueda nadar a ríos de leche, volando junto a los peces.
...Y te sientes, sentado en la loza del cielo bajando recuerdos de zapatos ahorcados eterno morado-verde lirio; ver delirio en medio de la lluvia. Y las hadas con sus velos de nostalgia cubrieron la faz de la tierra en un eterno cantar.
Despegue matutino.